Historia
Único superviviente del universo que existió antes del Big Bang,
Galactus es quizás el ser más temido del cosmos. Incontables billones de
años atrás, nació como el humanoide Galan del planeta Taa, un mundo
utópico de impresionantes logros científicos y sociales. Sin embargo, su
universo sufría una enfermedad entrópica que impulsaba a la materiaa
contraerse mediante un "Big Crunch" en un solo punto del espacio en
donde se compactaría formando un Huevo Cósmico.
Antes de esto, Galan descubrió que la plaga entrópica amenazaba a Taa;
aunque en un principio dudó de su descubrimiento, pronto se demostró con
la destrucción de las civilizaciones cercanas a Taa. A pesar de los
esfuerzos de los mayores científicos de Taa, no pudieron encontrar una
cura, y las radiaciones entrópicas comenzaron a hacer estragos en su
población.
Galan convenció a un pequeño grupo de supervivientes para morir de forma
gloriosa lanzando una nave espacial en el ardiente crisol cósmico. Sus
compañeros murieron por efecto de la intensa radiación, pero Galan se
vio pleno de una nueva energía, salvado por la Fuerza Fénix del agónico
universo. La energía viviente habló a Galan y le introdujo indemne
dentro del Huevo Cósmico. Cuando en el consiguiente Big Bang, el Huevo
Cósmico explotó, creando un nuevo universo. Simultáneamente, Galan y su
nave espacial fueron recreados junto con las encarnaciones de Eternidad,
Infinito y la Muerte. Vagó inerte durante millones de años mientras la
vida comenzaba a poblar el nuevo universo. Su nave se estrelló en un
planeta innominado, en donde Ecce el Vigilante vio como su ocupante
emergía de la misma como pura energía; Ecce reconoció el peligro que
traía consigo el naciente ser y podría haberle destruido, pero no hizo
nada cumpliendo el juramento de no interferencia de los Vigilantes.
Devolviendo la nave al espacio, el ser que una vez fue Galan arrojó los
cuerpos sin vida de sus compañeros al vacío. Después creó un traje
acorazado para contener y regular la terrible energía de la que estaba
formado, y transformó su barco en una cámara de incubación, en donde
pasó incontables siglos evolucionando hacia su forma actual.
Tiempo después la nave volvió a caer en la órbita de un planeta,
Archeopia; la avanzada civilización surgida en él escanearon al recién
incorporado satélite, y, detectando sus asombrosas energías, decidieron
sabiamente no interactuar con ella. Años después, cuando una guerra
interestelar se extendió por ese sector del espacio, los enemigos sin
identificar de los archeopianos confundieron la nave-incubadora con un
arma y le dispararon. Emergiendo indemne de la misma, el ser que se
autobautizó como Galactus pronto acabó tanto con los invasores como con
los defensores de Archeopia, para después consumir la bio-energía del
planeta (primero de los muchos mundos que perecerían ante su hambre
cósmica); tan sólo una pequeña flota de archeopianos sobreviviría a la
catástrofe.
Examinando la destrucción que había creado, Galactus decidió crear un
mundo que eclipsase a cualquier otro existente. Esto le llevaría
milenios, incluyendo descansos para recobrar sus energías a través de la
destrucción de nuevos mundos; finalmente Galactus completó Taa II, una
inmensa nave que se convirtió en su nuevo hogar. Inicialmente, Galactus
dejaba pasar siglos sin alimentarse, buscando mundos inhabitados que
fuesen capaces de proporcionar vida; pero gradualmente se vio hambriento
con más frecuencia, y comenzó a consumir mundos habitados si no
encontraba otros. Galactus racionalizó sus acciones considerándose un
ser superior, una creencia más fácil de sustentar gracias a la profecía
que sostenía que algún día compensaría al universo por toda la
destrucción causada, concediéndole mucho más de lo que le había
arrebatado. A pesar de conseguir no caer presa de los remordimientos,
Galactus sentía la angustia de la soledad, por ello creó un ser a su
imagen y semejanza. Sin embargo, mientras que Galactus se contentaba con
sobrevivir, su creación ansiaba conquistas, por ello se ganó el nombre
de Tirano. El Tirano combatió a su creador en una batalla
indescriptible, de donde Galactus salió triunfante, gracias en parte a
la ayuda de una hermandad de mujeres guerreras, llamado el Celibato, que
exiliaron al Tirano a partes iguales.
Después de esto, Galactus decidió usar varios sirvientes sin mente,
siendo los más usados los llamados Castigadores, probablemente seres
creados o esclavizados por el Devorador de Mundos. Finalmente, llegó a
la conclusión de que era más eficiente enviar un heraldo en busca de
nuevos mundos que hacerlo en persona. Su primer heraldo fue derrotado y
encarcelado, presumiblemente por su naturaleza malvada y violenta. Este
heraldo, el Caído, escapó varias veces a lo largo de milenios, cada vez
atacando a su antiguo amo, quien siempre le derrotó.
Ya en tiempos más o menos cercanos, Galactus amenazó con devorar el
planeta Zenn-La, pero fue convencido por el nativo Norrin Radd para
perdonarlo a cambio de convertirse en su nuevo heraldo. Galactus
transformó a Radd en Estela Plateada, suprimiendo su moral para que
pudiese conducirle a mundos habitados cuando fuese necesario, como el
planeta de los simbiontes o el planeta Kree Tarsis. Estela ayudó en una
ocasión a terminar con la amenaza del señor de la guerra Kallreich el
Inconquistable para consumir el mundo que había invadido.
Cuando Estela Plateada llevó a Galactus a la Tierra a pesar de los
esfuerzos de Uatu el Vigilante para esconder el planeta, Alicia Masters
logró reavivar los sentimientos de Norrin, convenciéndole para rebelarse
contra su amo. Galactus se hubiese librado fácilmente de los 4
Fantásticos, pero los poderes cósmicos de Estela retrasó lo suficiente
la comida de Galactus para que Reed Richards amenazase a Galactus con el
Nulificador Supremo, un arma custodiada en Taa II que podía destruir
incluso al Devorador de Mundos, y que había sido robada de allí por la
Antorcha Humana siguiendo las indicaciones del Vigilante. Galactus
accedió a abandonar en paz la Tierra si se le era devuelto el
Nulificador Supremo, pero castigó a Estela por su traición, erigiendo
una barrera que le impedía abandonar la Tierra.
Poco después, Galactus detectó abundantes fuentes de energía procedentes
de la misteriosa Galaxia Negra, pero esto fue olvidado momentáneamente
cuando el Doctor Muerte (que había robado los poderes cósmicos de
Estela) chocó contra la barrera de Galactus; sintiendo esto, Galactus
observó a Muerte, pero le consideró inferior y le devolvió a Latveria.
Poco después envió a sus Castigadores a recuperar a Estela de la Tierra;
aunque los 4 Fantásticos los retrasaron lo suficiente para que el
ex-heraldo escapase al Microverso, Galactus les obligó a encontrar a
Estela, quien tras localizar un planeta deshabitado para alimentarle,
fue atrapado de nuevo en la Tierra para poder ser rápidamente encontrado
de necesitarlo Galactus.
Tras consumir al planeta Taur para recuperar sus fuerzas, Galactus viajó
a la Galaxia Negra, donde se enfrentó a Ego, el Planeta Viviente. Con
la ayuda de Thor, reclutado por los Colonizadores de Rigel, Ego venció a
Galactus; los descendientes de los supervivientes de Archeopia
convirtieron a Ego en su nuevo hogar.
Tiempo después, Galactus fue amenazado por las maquinaciones cósmicas
del Doctor Muerte, quien usó el Cubo Cósmico y otras armas para robar el
poder de Galactus, devolviéndole a su forma humana; pero pronto
recuperó su estado normal gracias a la ayuda de los 4 Fantásticos.
Buscando un nuevo heraldo, Galactus transformó a Gabriel Lan (capitán de
una nave xandariana en el Caminante Aéreo), pero éste murió defendiendo
a su amo de los Ovoides. Galactus transfirió la mente de Lan en un
robot a semejanza del Caminante y le siguió hasta la Tierra, donde fue
destruido por los 4 Fantásticos. Galactus obligó entonces a Estela a
consentir seguirle a cualquier lugar del universo, pero Reed Richards
alteró los controles de la nave de Galactus, enviándole a la Zona
Negativa, más allá del alcance de la promesa de Estela.
Regresando al universo positivo, Galactus concedió poder cósmico al
primer oficial de Lan, Pyreus Kril, convirtiéndole en su nuevo heraldo,
el Señor del Fuego, para después enviarlo a reclutar la ayuda de Thor
contra un enloquecido Ego, que había consumido a los archeopianos. Thor
liberó al Señor del Fuego de la servidumbre de Galactus al ofrecerle
para sustituirle a la armadura mágica del Destructor.
El Destructor llevó a Galactus a la Contra-Tierra del Alto
Evolucionador, y éste pidió ayuda a los 4 Fantásticos. A pesar del
esfuerzo de los héroes para encontrar mundos despoblados, tan sólo
encontraron el mundo-robot Mekka y uno de los mundos Skrull de Oral. Sin
embargo, el Hombre Imposible ofreció su propio planeta, Poppup, cuya
gente sufría aburrimiento terminal. Tras consumir Poppup, Galactus
desapareció de la existencia debido a una indigestión cósmica. Durante
su ausencia, su nave fue invadida por el dios Loki, que robó el
Destructor; y también por el viajero temporal Korvac, quien absorbió
tremendos poderes y planeaba conquistar el universo. En su proceso de
reintegración, Galactus se dio cuenta de lo ocurrido y utilizó el
Nulificador Supremo contra Korvak, quien fingió su muerte para escapar.
Reed Richards convocó más tarde a Galactus a la Tierra para enfrentarse
al poder de la Esfinge, a quien el Devorador de Mundos envió al momento
de su origen creando un bucle de existencia infinito. A cambio, los 4
Fantásticos le encontraron un nuevo heraldo, uno que (por decisión de
Galactus) no tuviese reparos morales en cuanto a tomar vidas inocentes).
Del planeta Lanlak, los 4F reclutaron a su señor, Tyros, a quien
Galactus transformó en Terrax el Terrible.
Sin embargo, Terrax probó ser desleal; tras localizar cierto número de
planetas, Terrax intentó crear un nuevo imperio para sí mismo. Cuando
Galactus trató de recuperarle, Terrax huyó a través de un agujero negro.
En respuesta, el robot R-11 de Galactus reclutó a Dazzler, quien
capturó a Terrax después de que el Devorador de Mundos la imbuyese
temporalmente con el poder cósmico. Reasumiendo su tarea, Terrax condujo
a Galactus a Galador, donde éste mató a su líder y a un poderoso
guerrero antes de que el caballero espacial Rom convenciese a Galactus
para devorar el Mundo Fantasma, hogar de los enemigos de Galador, los
Fantasmas Espaciales. La magia del Mundo Fantasma y su Nebulosa Negra
fue demasiado para Galactus, pero agradeció la ayuda de Galador
transportándolo muy lejos, a un lugar desconocido para los Caballeros
Espaciales.
El siguiente destino de Terrax fue la Tierra, esperando que los 4
Fantásticos derrotasen de nuevo a Galactus y le liberasen. Sin embargo,
Galactus despojó a Terrax de sus poderes y le abandonó, para
posteriormente intentar recobrar sus fuerzas consumiendo la Tierra. Los 4
Fantásticos, los Vengadores, el Doctor Extraño y otros héroes vencieron
a un Galactus escaso de energías. Reed Richards, considerándole como
una fuerza necesaria para el Universo, impidió morir a un agonizante
Galactus, que aceptó la oferta de la novia de la Antorcha, Frankie Raye,
de transformarse en su nuevo heraldo, transformándola en Nova. Nova
llevó a mundos poblados como Kehil (cuyos nativos sobrevivieron cuando
ella les encontró un nuevo mundo donde vivir). Después, la acuciante
presión de la conciencia de Galactus por todos los seres que había
matado a lo largo de su existencia (potenciada por el hechizo del Doctor
Extraño, que le hizo enfrentarse a los rostros de todos ellos) le hizo
descuidar su alimentación hasta llegar al borde de la muerte; sin
embargo, la mismísima Muerte se presentó en Taa II y le reafirmó en su
misión cósmica. Nova le dirigió entonces a alimentarse de Tarnax IV, el
mundotrono Skrull, cuya destrucción trajo el caos a su imperio. Poco
después, cuando Reed Richards fue capturado por un tribunal
intergaláctico para castigarle por el crimen de salvarle la vida a
Galactus, fue salvado por la aparición de Galactus mismo, quien
intercedió para mostrarles a través de Eternidad el propósito específico
que el Devorador de Mundos tenía en el universo; aunque este concepto
en particular desapareció rápidamente de la mente de todos los
presentes.
Tiempo después, Galactus fue transportado a Mundobatalla, un planeta
creado artificialmente por el Todopoderoso, para luchar en sus Guerras
Secretas. Ignorando el juego del Todopoderoso, Galactus intentó devorar
Mundobatalla y volver a sus asuntos, pero el Doctor Muerte le robó una
vez más sus poderes brevemente; tras esto, Galactus regresó a sus
ocupaciones habituales.
Después de anular el exilio de Estela Plateada en la Tierra, Galactus
fue atacado por los Primigenios del Universo, quienes buscaban
destruirle a él y al propio universo, para después renacer en el
siguiente universo como Galactus había hecho. Estela y Nova ayudaron a
Galactus a arruinar sus planes, que incluyeron terribles luchas contra
Ego y el Intermediador. Tras una huída a través de un agujero negro,
Galactus recuperó sus fuerzas alimentándose de Naja-7.
Después de ayudar a Power Pack a curar a una enloquecida Nova, Galactus
fue atraído a la Tierra por el poder de la Fuerza Fénix, luchando
brevemente con su portadora, Rachel Summers, antes de advertir que la
Fuerza era esencial para la existencia del universo.
Galactus fue requerido de nuevo en la Tierra para destruir una amenaza
mortal, el Consorcio, y se desvaneció en el mundo interdimensional de
Ouwrll. Tras su regreso, Estela le advirtió del titán loco Thanos,
virtualmente omnipotente gracias a las Gemas del Infinito. Galactus se
mofó de esa amenaza antes de que Thanos destruyese un planeta del que el
Devorador de Mundos planeaba alimentarse. Por si no fuera poco, el
híbrido inhumano-desviante conocido como Maelstrom, que había obtenido
grandes poderes, también se burló de Galactus, antes de ser destruido
por un agujero negro de su propia creación.
Después de recuperar fuerzas consumiendo otro planeta, Galactus reunió
un nutrido grupo de entidades cósmicas para oponerse a Thanos, pero
incluso Galactus era un peso ligero comparado con el poder de las Gemas
del Infinito; a pesar de lo cual, Thanos fue derrotado. El Devorador de
Mundos reunió entonces a otros seres cósmicos, decidiendo que Adam
Warlock no era digno de poseer el poder colectivo de todas las Gemas, e
investigando la amenaza de Edificio Rex, que quería limpiar el universo.
Poco después, Galactus, Nova, el Doctor Extraño y Estela investigaron
las poderosas energías que poseía la contrapartida maligna de Warlock,
el Magus. En el proceso, se enfrentó a la entidad mística conocida como
Agamotto y el exiliado extradimensional Koon el Explotador.
Mientras tanto, el Magus utilizó cinco Unidades de Contención Cósmica
para reducir los poderes de Galactus; éste convenció al Tribunal Cósmico
para unir de nuevo las Gemas del Infinito y usarlas de forma conjunta.
Sin embargo, esto hizo que las Gemas cayesen directamente en manos del
Magus, quien las añadió a su ya de por sí gran poder. Finalmente,
Galactus salvó la vida de varios héroes entreteniendo lo suficiente al
Magus para que Warlock le absorbiese en el reino dentro de la Gema Alma.
Nova llegó a conocer las emociones y pensamientos más íntimos de
Galactus, pero éste la despidió cuando ella rechazó la idea de
conducirle a mundos habitados. Fue entonces cuando Galactus concedió el
poder cósmico a Morg, un alienígena sediento de sangre a quien convirtió
en su nuevo heraldo.
Sin embargo, la avidez de poder de Morg provocó que los antiguos
heraldos entrasen en guerra con él. Nova murió aparentemente a manos de
Morg antes de que los otros heraldos acabasen con él. Galactus aceptó al
Señor del Fuego y a un nuevo androide Caminante Aéreo como sus nuevos
heraldos; mientras resucitaba en secreto a Morg, haciéndole más
manejable.
Sin embargo, Morg fue abducido por el más antiguo enemigo del Devorador
de Mundos, el Tirano, quien buscaba un nuevo enfrentamiento con su
creador. Reacio a entablar una nueva batalla con el Tirano, Galactus
permitió que éste se quedase con Morg a cambio de una tregua temporal.
Morg escaparía más tarde y regresaría junto a Galactus, y solo Estela
pudo salvar a los otros dos heraldos de su ira.
Cuando finalmente el Tirano se enfrentó a Galactus y demostró de ser
capaz de superarle en poder, Morg activó el Nulificador Supremo en un
esfuerzo de parar al Tirano, pero también se destruyó aparentemente a sí
mismo y a Galactus. Sin embargo, éste último sobrevivió escapando a
través de las dimensiones y fue convocado por Reed Richards para
enfrentarse al poder de Hipertormenta, pero los dos seres fueron
absorbidos por el vacío dimensional.
Galactus sobrevivió de nuevo, y más tarde enviaría a Estela Plateada
tras un objeto de poder que resultó ser un antiguo demonio; más tarde el
Devorador de Mundos testificaría ante Roma a favor de la habilidad de
los 4 Fantásticos de cuidar a Franklin Richards y mantener a raya sus
poderes cósmicos. Pronto Galactus localizó a un gladiador
extra-dimensional que había entrenado durante décadas, transformándolo
en su heraldo antes de que fuese liberado por los 4 Fantásticos.
Por razones desconocidas, el hambre de Galactus creció más grande que
nunca, enloqueciéndole con el deseo de consumir planetas con vida
inteligente. Reclutando un nuevo heraldo, Red Shift, Galactus devoró
mundo tras mundo (entre ellos Verdant) antes de que una alianza entre
los héroes de la Tierra y los ejércitos de muchas razas (incluyendo los
Kree y los Shi'ar) diseñase una ofensiva contra él. En último término,
Estela volvió la propia nave de Galactus contra su amo, consumiéndole y
dispersándole en forma de energía inerte.
Con su muerte, una de las razones por las que Galactus existía en el
universo, Abraxas, se vio libre para actuar. Tratando de fusionar todas
las realidades del Multiverso en una sola en donde él sería el ser
supremo, Abraxas fue detenido por Franklin Richards y su hermana
Valeria, quienes utilizaron sus poderes alteradores de la realidad para
traer de vuelta a Galactus, quien utilizó el Nulificador Supremo para
recrear el universo sin la existencia de Abraxas.
Después de oponerse de nuevo a Thanos junto a una coalición de seres
cósmicos (cuando éste adquirió el poder del Corazón del Infinito),
Galactus sufrió una amarga decepción. El parásito interdimensional
Hambre (que consumía universos como Galactus hacía con planetas) hizo
creer al Devorador de Mundos que podía utilizar las Gemas del Infinito
para acabar con su hambre para siempre; en realidad, el artefacto que
construyó formaba un portal que Hambre utilizó para introducirse en su
realidad. En esta ocasión fue Thanos quien salvó toda la realidad de su
destrucción, consiguiendo destruir casi por completo a Hambre.
Mientras un debilitado Galactus se recuperaba de esta lucha, el Caído
escapó una vez más y pretendía atacarle de nuevo, pero fue vencido por
Thanos, quien moldeó su mente para que le sirviera.
Un grupo de supervivientes de diversos mundos destruidos por Galactus,
comandados por Zius, descubrieron una especie de escudo capaz de ocultar
planetas a los ojos del Devorador de Mundos, pero oyeron hablar de un
poder en la Tierra que podía volver inútil su tecnología. Por ello se
dirigieron a la Tierra para impedir que Galactus pudiese hacer uso de
los poderes de la Mujer Invisible, ejecutándola.
Reed Richards intercambió los poderes de la Mujer Invisible con la
Antorcha Humana, haciendo creer a Zius que había anulado los poderes de
su esposa; sin embargo, antes de que Reed pudiera restaurar los poderes a
la normalidad, Galactus llegó concediéndole poder cósmico a la Antorcha
(ahora con los poderes de su hermana) y convirtiéndole en su nuevo
heraldo.
Johnny consiguió postergar su misión lo suficiente como para que los 4
Fantásticos y Quasar llegasen en su ayuda. Sus nuevos poderes le
permitieron analizar la naturaleza de Galactus lo suficiente como para
que en conjunto lograsen separar a Galactus de su poder cósmico,
revirtiéndole de nuevo a Galan. Llevado a Manhattan mientras Reed
buscaba una fuente alternativa para alimentar a Galan cuando la esencia
de Galactus se reuniese de nuevo con su portador, el espíritu indomable
de la humanidad hizo que Galan eligiese exiliarse en un reino
extradimensional antes que correr el riesgo de volver a convertirse en
Galactus.
A pesar de todo, aparentemente la esencia cósmica de Galactus encontró a
Galan, convirtiéndolo de nuevo en el Devorador de Mundos, tomando a un
nuevo heraldo, Polvo Estelar. Galactus consumió entonces el segundo
hogar de los Korbinitas (aunque la fuerza vital de su gente se preservó
en un Meta-Orbe). Cuando el protector de la raza, Bill Rayos Beta, luchó
contra Polvo Estelar, éste abrió inconscientemente una puerta
dimensional que liberó a la monstruosa Astoreth, que intentaba consumir
el universo entero. Mientras Bill unía fuerzas con Polvo Estelar contra
Astoreth, Galactus aumentó los poderes del antiguo protector corvinita,
Bill Rayos Alfa, quien se sacrificó a si mismo y a Polvo Estelar para
arrojar a Astoreth a un agujero negro.
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